Estrés

Muchas personas experimentan períodos en los que se sienten cansadas o agotadas con su trabajo o vida cotidiana.

Sin embargo, cuando el estrés se vuelve constante y abrumador, puede tener consecuencias significativas para la salud física y mental.

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¿Qué es el estrés?

El estrés es una respuesta natural del cuerpo a situaciones desafiantes o amenazantes.

Es una reacción que nos prepara para enfrentar estas situaciones, ya sea luchando contra ellas o huyendo de ellas.

Sin embargo, cuando el estrés se mantiene a niveles altos por períodos prolongados, puede afectar negativamente nuestra salud y bienestar y provocando efectos significativos en el cuerpo:

  • Sistema Nervioso: La liberación constante de hormonas del estrés puede afectar la función cerebral, aumentando la probabilidad de desarrollar problemas como la ansiedad y la depresión.
  • Sistema Inmunológico: El estrés puede debilitar el sistema inmunológico, haciéndote más susceptible a enfermedades.
  • Sistema Cardiovascular: Aumenta la presión arterial y el riesgo de enfermedades cardíacas.
  • Sistema Digestivo: Puede causar o agravar problemas como el síndrome del intestino irritable (IBS).

¿Qué causa el estrés?

El estrés no tiene una única causa, pero varios factores pueden aumentar la probabilidad de experimentarlo. 

  • El Trabajo: Carga excesiva de trabajo, largas jornadas, poco control sobre tus tareas… 
  • Vida Personal: Dificultades en las relaciones personales, preocupaciones financieras, cuidado de un familiar y la dificultad para conciliar.
  • Tu Personalidad: Personas con dificultades para manejar situaciones estresantes,  con tendencia a negativizar, perfeccionismo

¿Cómo se mantiene?

Los modelos cognitivo-conductuales explican que el estrés se mantiene mediante la interacción de pensamientos, emociones y comportamientos.

Según estos modelos, las creencias y actitudes negativas pueden perpetuar el estrés. Por ejemplo, pensamientos catastróficos sobre situaciones estresantes pueden aumentar la respuesta de estrés.

Por su parte, la evitación de situaciones estresantes, aunque inicialmente pueden recudir el estrés, a largo plazo puede perpetuarlo al impedir el afrontamiento efectivo.

 

Diferencias entre estrés y burnout

Aunque el estrés es una de las principales causas del burnout, no son lo mismo.

El estrés se percibe como tener «demasiada» presión o ansiedad, mientras que el burnout se vive como una falta total de energía y motivación.

Estrés

  • Emociones Intensificadas: Bajo estrés, las emociones se vuelven más intensas. Puedes sentirte más irritable, ansioso o abrumado por la presión y las demandas.
  • Sentido del Trabajo: A pesar del estrés, sigues encontrando valor en tu trabajo, lo que te motiva a seguir adelante.
  • Actividad Incrementada: El estrés a menudo te lleva a estar hiperactivo, trabajando más horas y asumiendo más tareas para manejar las demandas, lo que resulta en una sensación de urgencia.

Burnout

  • Emociones Atenuadas: El burnout te deja emocionalmente agotado y vacío. Las emociones se sienten apagadas o inexistentes.
  • Aislamiento: El burnout provoca una tendencia a alejarse del trabajo y de las interacciones sociales, disminuyendo el compromiso con las tareas y colegas.
  • Desaliento: Predomina una sensación de desesperanza, a diferencia de la ansiedad activa del estrés. Sientes que tus esfuerzos no son suficientes.
  • Percepción de Trabajo Sin Sentido: A diferencia del estrés, el burnout te hace ver tu trabajo como carente de valor o propósito, haciendo que las tareas diarias se sientan abrumadoras y sin sentido.

Por tanto, mientras que el estrés se caracteriza por una sobreestimulación emocional y un aumento en la actividad con un sentido de propósito en el trabajo, el burnout se manifiesta a través de un embotamiento emocional, retraimiento, desánimo y una pérdida de significado en las tareas laborales.

Terapia Psicológica para el estrés

En la terapia especializada en trastornos de ansiedad y estrés los psicólogos abordamos los siguientes aspectos: 

  • Estrategias Cognitivo-Conductuales: Cambiar la interpretación de eventos estresantes para reducir su impacto emocional.
  • Aprendizaje de nuevas estrategias de afrontamiento.
  • Aprender a poner límites, decir que no y evitar la sobrecarga de trabajo.
  • Exposición Gradual: Afrontar gradualmente situaciones estresantes para disminuir la respuesta de estrés.
  • Intervenir en otros aspectos de la vida del paciente que podrían estar influyendo, como problemas de sueño, actividad física o consumo de alcohol.
  • Técnicas de Relajación y atención plena: Incluyen ejercicios de respiración, relajación muscular y meditación.