Bulimia

Se trata de un trastorno alimentario caracterizado por episodios recurrentes de atracones seguidos por comportamientos compensatorios, como vómitos autoinducidos, uso excesivo de laxantes o ejercicio extremo.

Aunque estos episodios pueden variar en intensidad y frecuencia, suelen ser angustiantes y pueden tener graves consecuencias en la salud física y mental. Existen tratamientos psicológicos y médicos efectivos para la bulimia, incluyendo la Terapia Cognitivo-Conductual(TCC)y la Terapia de Aceptación y Compromiso ACT.

problema comida

¿Qué es la bulimia?

La bulimia afecta a personas de diversas edades y géneros.

 Quienes la padecen suelen experimentar una preocupación intensa por su peso y forma corporal, llevándolos a un ciclo de atracones y purgas. 

Este ciclo puede causar angustia significativa y sensación de pérdida de control. Los síntomas de la bulimia incluyen:

  • Episodios recurrentes de atracones: episodios en los que mientras comes de manera excesiva, te sientes fuera de control y es difícil parar.
  • Comportamientos compensatorios para evitar el aumento de peso.
  • Una autoimagen distorsionada y una preocupación excesiva por el peso y la figura.

*Afecta a aproximadamente a 3 de cada 100 mujeres y 1 de cada 100 hombres en algún momento de sus vidas.

¿Qué causa la bulimia?

No existe una causa única para la bulimia. Algunos factores que pueden aumentar la probabilidad de experimentar bulimia son [2]:

  • Influencias Culturales: Las mujeres en culturas occidentales tienen un mayor riesgo de desarrollar bulimia, debido a la gran importancia que estas culturas otorgan a la delgadez. Sin embargo, la bulimia también afecta a hombres y a personas de otras culturas, aunque en menor medida.
  • Experiencias Traumáticas: Aquellos que han vivido eventos traumáticos, como acoso relacionado con su apariencia o abuso en la infancia, presentan un riesgo más elevado de desarrollar bulimia. Cabe destacar que no todas las personas con bulimia han experimentado abuso o trauma.
  • Autoestima y Factores Emocionales: Investigaciones sugieren que individuos con bulimia a menudo tienen creencias negativas arraigadas sobre sí mismos, manifestándose frecuentemente en baja autoestima. Las personas que tienen dificultades para expresar o manejar emociones difíciles también tienen un mayor riesgo de desarrollar trastornos alimentarios como la bulimia.
  • Factores Genéticos: Existen investigaciones que apuntan a la existencia de genes que podrían aumentar la susceptibilidad a la bulimia, aunque estos hallazgos son variados y complejos. Los trastornos alimentarios probablemente surgen de una combinación de factores genéticos y ambientales.
  • Factores Ambientales y Familiares: El estrés crónico, cambios significativos en la vida, o ambientes familiares o sociales conflictivos pueden desencadenar o agravar la bulimia.

¿Cómo se mantiene?

Los factores que perpetúan la bulimia incluyen:

  • Ciclo Atracón-Purga: Se establece un patrón de comer compulsivamente y luego intentar compensarlo con purgas, lo que lleva a más atracones, perpetuando el ciclo.
  • Distorsiones Cognitivas: Creencias irracionales relacionadas con la comida, el peso y la autoimagen que mantienen el trastorno.
  • Aspectos Emocionales: La comida se utiliza para manejar emociones negativas o estresantes, lo que puede llevar a más episodios de atracones y purgas.
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Cómo se trata la bulimia desde la Terapia Cognitivo Conductual (TCC)

El tratamiento de la bulimia se centra en enfoques psicológicos, siendo la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) una de las más efectivas y respaldada por estudios. Los psicólogos con este enfoque abordamos:

  • Psicoeducación sobre temas de alimentación, nutrición, peso y técnicas de control de peso (incluyendo la ineficacia del vómito).
  • Registro de la ingesta alimentaria diaria, como llevar un diario de comidas.
  • Establecimiento de un patrón de alimentación regular y prueba de nuevos alimentos.
  • Revisión del peso en las sesiones para confrontar creencias asociadas a la alimentación.
  • Identificación y manejo de situaciones y emociones que activan los comportamientos del trastorno.
  • Modificación de conductas centradas en la forma corporal, el peso y la alimentación.
  • Fomento de actividades significativas y desarrollo de un estilo de vida más satisfactorio.
  • Elaboración de un plan para sostener y avanzar en el progreso post-terapia.
  • Trabajo relacionado con aspectos relacionados con el trastorno, como la autoestima, el perfeccionismo o problemas en relaciones interpersonales.

Cada tratamiento se adapta a las necesidades específicas del paciente.

La TCC es altamente recomendada, pero puede ser complementada con otras terapias y, en algunos casos, medicación.