Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)

Se estima que entre 1 y 2 personas de cada 100 experimentan este trastorno anualmente. La Terapia Cognitivo Conductual (TCC), la Exposición con Prevención de Respuesta (EPR), y la terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) suelen resultar eficaces.

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¿En qué consiste Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)?

El TOC es un trastorno que a menudo se malinterpreta. 

A pesar de que el término «tener TOC» se utiliza a veces de manera coloquial para referirse a gustos por la organización o la limpieza meticulosa, en realidad el Trastorno Obsesivo-Compulsivo es una condición seria que involucra obsesiones y compulsiones que pueden resultar angustiantes.

Cuando las obsesiones y compulsiones interfieren significativamente en la vida de las personas se realiza un diagnóstico de trastorno obsesivo compulsivo (TOC).

Síntomas del TOC

Obsesiones

Son pensamientos o imágenes no deseados que surgen en la mente, a menudo se les llama pensamientos «intrusivos» porque irrumpen en la mente durante la vida cotidiana. 

Las personas con TOC experimentan estos pensamientos de manera repetida y persistente, y a menudo los encuentran aterradores, inaceptables o repugnantes.

Suelen centrarse en temas específicos, como el miedo a causar daño (a uno mismo o a otros), la posibilidad de perder el control y comportarse de manera inapropiada, la necesidad de que todo sea perfecto o exacto, la preocupación por la contaminación física o la enfermedad, y las obsesiones relacionadas con aspectos morales, religiosos o sexuales.

Compulsiones

Las compulsiones son acciones, rituales o comportamientos que se realizan en respuesta a las obsesiones. 

Pueden ser observables por otros o realizarse en secreto en la mente, y se llevan a cabo para prevenir un daño percibido o para aliviar la ansiedad.

Aunque muchas veces son conscientes de que estas acciones no son racionales, se sienten obligadas a realizarlas. Ejemplos comunes podrían ser:

  • Verificación repetida: Por ejemplo, comprobar que no se ha causado daño a uno mismo o a otros, verificar que no ha ocurrido alguna «desgracia», o asegurarse de que se cerró la puerta con llave.
  • Lavado y limpieza: Por ejemplo, lavarse las manos hasta sentir que están limpias, limpiar la casa o ciertos objetos de manera obsesiva, o aseo excesivo.
  • Compulsiones mentales: Por ejemplo, rezar para prevenir daños, «cancelar» un mal pensamiento con uno bueno, o contar hasta llegar a un número «correcto» o «bueno».
  • Repetición: Por ejemplo, repetir actividades, movimientos corporales o eventos mentales.
  • Evitación: Por ejemplo, evitar baldosas de la calle, ciertos números o determinadas palabras.

¿Qué causa el TOC?

No existe una única causa para el TOC. La probabilidad puede aumentar en base a los siguientes factores:

  • Factores Genéticos y Biológicos: Puede haber una predisposición genética y alteraciones en ciertas áreas del cerebro.
  • Factores Ambientales: Experiencias traumáticas y estrés pueden desencadenar o agravar el TOC.
  • Creencias y Experiencias Tempranas: Creencias sobre la responsabilidad de prevenir daños y experiencias que aumentan la vulnerabilidad al TOC.

¿Cómo se mantiene el TOC?

Cuando una persona con TOC interpreta sus obsesiones como peligrosas, desencadena un fuerte sentido de responsabilidad por prevenir daño.

Para manejar esta ansiedad, la persona se involucra en comportamientos de evitación y rituales compulsivos que buscan neutralizar la amenaza percibida. 

Sin embargo, estos comportamientos compulsivos y la evitación refuerzan la creencia en el peligro de las obsesiones, lo que a su vez mantiene el trastorno.

Desde la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), se trabaja para desafiar las interpretaciones amenazantes de las obsesiones y reducir los comportamientos compulsivos, ayudando así a romper el ciclo de mantenimiento del TOC.

Después de un accidente de tráfico, Pablo comenzó a tener pensamientos intrusivos sobre causar daño a otros mientras conducía. 

Se sentía constantemente angustiado, evitaba conducir e incluso se aislaba socialmente por miedo a causar daño a alguien. 

Con la ayuda de la terapia, Pablo aprendió a comprender que estos pensamientos intrusivos no reflejaban sus verdaderos deseos, sino que más bien eran producto de su ansiedad. 

Aprendió a identificar y objetivizar esos pensamientos, y gradualmente recuperó la confianza al conducir, sin sentirse constantemente abrumado por estos pensamientos.

Tratamientos Psicológicos para el TOC

Los tratamientos más efectivos para el TOC son la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), la Exposición y Prevención de Respuesta (ERP) y la terapia de Aceptación y Compromiso (ACT). 

Estas terapias se recomiendan tanto para casos leves como severos de TOC. Los aspectos esenciales que tratamos los psicólogos en terapia son: 

  • Comprensión del TOC: Les enseñamos a entender cómo funciona el TOC y qué factores lo mantienen activo.
  • Exposición Terapéutica: Buscamos oiportunidades para confrontar y desafiar creencias relacionadas con el TOC y enfrentar miedos.
  • Tareas entre Sesiones: Ofrecemos herramientas para monitorizar los pensamientos y compulsiones, junto con tareas de exposición y experimentos conductuales.
  • Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina (ISRS): En caso de ser necesario, colaboramos con psiquiatras para que puedan prescribir estos fármacos con el fin de ayudar a manejar los síntomas.
 
Ademas, las bases de la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) fomentan la aceptación de pensamientos y emociones difíciles sin juzgarlos, aumentando la conciencia del momento presente a través de prácticas de mindfulness, y desarrollando la flexibilidad psicológica para responder de manera más adaptativa a situaciones desafiantes.