¿Cómo encontrar un buen psicólogo en Algorta?
Encontrar un buen psicólogo puede ser un proceso difícil. Cada persona tiene necesidades únicas, y lo que funciona para uno, puede no ser efectivo para otro.
Sin embargo, existen diversos factores que puedes tener en cuenta a la hora de buscar el mejor profesional para ti:
- ¿Psicóloga o psiquiatra?
- Especialización del profesional
- ¿Terapia online o presencial?
- Conexión y sensaciones respecto al profesional (relación terapéutica)
1.- Diferencia psicólogo y psiquiatra
La primera consideración es si es mejor un psicólogo o un psiquiatra para ti y tu situación.
Los psiquiatras son médicos que diagnostican enfermedades y prescriben tratamientos, principalmente farmacológicos.
Aunque algunos pueden sugerir terapia psicológica, los psicólogos sanitarios o clínicos poseen un conocimiento más amplio en tratamientos psicológicos.
Estos profesionales están especializados en psicología clínica y salud mental, evaluando y, si es necesario, derivando al paciente a un psiquiatra para tratamiento psicofarmacológico.
Algunos trastornos psicológicos casi siempre requieren el uso de medicación en el tratamiento, como por ejemplo en problemas como la esquizofrenia, el trastorno bipolar o la depresión mayor.
Generalmente se necesita una evaluación psiquiátrica para determinar el tratamiento adecuado, siendo la combinación de medicación y terapia psicológica una solución efectiva en la mayoría de casos.
2.- Especializaciones en psicología
Un psicólogo especializado permite un enfoque más preciso y adaptado a las necesidades específicas de la persona y la situación.
Podemos diferenciar las especializaciones en base a diversos criterios:
2.1. Psicólogo especializado por edad y etapa vital
Hay psicólogos que están especializados en base a la edad: niños, adolescentes, jóvenes, adultos o adultos mayores.
Esta especialización permite un abordaje más efectivo y adaptado a las necesidades individuales de cada persona.
También los hay quienes trabajan determinadas etapas o circunstancias vitales, abarcando experiencia en abordar transiciones y desafíos como la jubilación, un despido, el síndrome del nido vacío…
2.2. Psicólogo especializado en tipos de problemas
La especialización según tipos de problemáticas permite a los psicólogos enfocarse en áreas específicas, ofreciendo tratamientos, mecanismos y técnicas que están especialmente diseñados para cada tipo de trastorno.
Por ejemplo, aquellos especializados en trastornos de la conducta alimentaria como la anorexia y la bulimia emplean tratamientos en los que una parte importante se enfoca en hábitos alimenticios y la imagen corporal.
Cada especialización permite que el profesional pueda formarse en esa área e ir ganando experiencia mediante casos para tratar de manera más eficaz y efectiva.
2.3. Psicólogo especializado en abordar determinadas experiencias
La especialización según las vivencias experimentadas permiten al profesional comprender mejor las complejidades de cada situación, para así ofrecer a quienes enfrentan estos desafíos un apoyo más efectivo y específico.
Por ejemplo, en psicooncología, los psicólogos ayudan a los pacientes con cáncer y a sus familias a manejar el impacto emocional de la enfermedad, mientras que los especialistas en trauma utilizan terapias específicas para ayudar a las personas a procesar y superar experiencias traumáticas.
Por su parte, los psicólogos que se especializan en bullying, duelo y otras vivencias particulares pueden ofrecer intervenciones precisas que atiendan las necesidades emocionales y psicológicas de estas personas.
2.4. Psicólogo especializado en una determinada corriente psicológica
Una vez terminada la formación reglada, los psicólogos seguimos formándonos en aquellas corrientes psicológicas que encajan con nuestra visión y forma de trabajar.
Por ejemplo, los psicólogos especializados en la terapia ACT y psicodinámicos utilizan enfoques muy diferentes que implican objetivos, tiempos de tratamiento, técnicas y mecanismos que no tienen nada que ver.
En este sentido, es importante saber si existen estudios que avalen la recuperación y mejora del tratamiento de esa corriente para el problema en cuestión.
Por ejemplo, las fobias tienen una cantidad de terapias cognitivo-conductuales que avalan su efectividad, mientras que el dolor crónico está respaldado ampliamente por la terapia de aceptación y compromiso.
3.- ¿Psicólogo online o presencial?
Elegir entre terapia online y presencial depende de tus necesidades y preferencias personales.
La terapia presencial permite una conexión más directa. Además, algunos prefieren salir de casa y tener un espacio físico dedicado exclusivamente a la terapia fuera del hogar.
Por otro lado, la terapia online ofrece una mayor flexibilidad y accesibilidad, eliminando el tiempo de desplazamiento. Además, algunas personas se sienten más tranquilas en casa para abrirse emocionalmente.
Ambas modalidades tienen sus ventajas, lo importante es elegir el que mejor se adapte a tu situación y preferencias.
4.- Conexión y Relación Terapéutica
Es fundamental que sientas que hay una «buena conexión» con tu psicólogo.
De hecho, la confianza y la conexión son dos de los factores más importantes a la hora de que la terapia funcione, algo que se ha comprobado en numerosos estudios.
Por eso, es importante preguntar todas las dudas que tengas y que previamente a comenzar le expliques tu situación. Este primer contacto te permitirá captar sensaciones.
Pregúntate si te has sentido cómodx y comprendidx. Si no es así, no dudes en buscar a otro profesional.
La terapia es un proceso muy personal y es necesario que trabajes con alguien con quien te sientas agusto.