Preocupación y ansiedad generalizada
El Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG), se caracteriza por una preocupación excesiva y difícil de controlar. Se estima que entre 2 y 6 personas de cada 100 experimentan TAG cada año.
El Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG), se caracteriza por una preocupación excesiva y difícil de controlar. Se estima que entre 2 y 6 personas de cada 100 experimentan TAG cada año.
La ansiedad generalizada, o Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG), se manifiesta como una preocupación excesiva y persistente que es difícil de controlar.
Esta preocupación a menudo se centra en problemas futuros, tanto reales como hipotéticos, y puede afectar significativamente la salud mental y física. Los síntomas comunes incluyen:
La preocupación implica pensar en problemas que podrían ocurrir, dejando una sensación de ansiedad o nerviosismo. A menudo, la cadena de pensamientos e imágenes que nos preocupan pueden progresar en direcciones cada vez más catastróficas e improbables.
No obstante, preocuparse no es siempre negativo. Todos anticipamos problemas y dedicamos tiempo a planificar soluciones. El problema surge cuando la preocupación es excesiva, difícil de manejar y, sobre todo, cuando se enfoca en escenarios ‘hipotéticos’ en lugar de ‘reales’.
-Son problemas actuales
-Te están afectando ahora mismo
Por ejemplo:
-Son sobre cosas que actualmente ni existen pero que podrían suceder en un futuro.
Por ejemplo:
No hay una única causa para el TAG. Factores que pueden aumentar la probabilidad de experimentarlo incluyen:
Cuando estaba en la universidad, a los 22, empecé a sentir mucho miedo a no saber alguna pregunta en los exámenes. Siempre había sido de sacar buenas notas y estudiar, pero se me fue de las manos y no descansaba un minuto.
Noches sin dormir repasando, con un miedo intenso a no saberlo todo. Esa ansiedad por los exámenes me dejaba muy cansa, ni dormía bien.
Después, al empezar a trabajar, la cosa no mejoró. Me quedaba hasta tarde, cogía más trabajo de lo que podía asumir y vivía agobiada por cumplir con todo. Era como si tuviera que demostrar todo el rato lo mucho que valía.
Esta obsesión por ser «la mejor profesional» me empezó a pasar factura en todo, y cualquier cambio o imprevisto en el trabajo me generaba mucha ansiedad.
La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), la relajación aplicada y la Terapia de Aceptación y Compromiso son tratamientos efectivos para el TAG.
Algunos de los aspectos claves que trabajamos los psicólogos son: