La adolescencia es una etapa vulnerable para el desarrollo de la ansiedad
El contexto actual, la presión social y académica, junto con las redes sociales, son factores desencadenantes de problemas de ansiedad en adolescentes y jóvenes.
Aunque la ansiedad puede ser una reacción normal y saludable ante desafíos, puede volverse desbordante, dificultando la vida diaria.
La preocupación y el nerviosismo suelen ser indicadores habituales, y cada vez más jóvenes son diagnosticados de ansiedad generalizada, fobia social o ataques de pánico.
Además, también suele ser síntoma de otras problemáticas como los trastornos de alimentación, la dismorfia corporal o el perfeccionismo.
La ansiedad se alimenta de la incertidumbre y la anticipación del peligro.
Esto suele conducir a hacer interpretaciones erróneas de situaciones que son neutras, percibiéndolas como amenazantes y evitándolas.
Aunque evitar estas situaciones puede proporcionar un alivio temporal, esta estrategia refuerza el miedo y la ansiedad, perpetuando el problema.
Además, con el tiempo este patrón de evitación se puede convertir en un obstáculo persistente.
Todo esto supone que es esencial proporcionarles el apoyo adecuado, para ayudarles a navegar a través de los desafíos de este periodo y reducir el impacto de la ansiedad en sus vidas.
La evolución de la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), ha supuesto la integración de una variedad de técnicas y perspectivas que permiten crear tratamientos personalizados y efectivos para la ansiedad.
Este enfoque holístico permite:
- Entender qué mantiene vivo un problema para poder actuar sobre él.
- Aprender a gestionar los pensamientos y emociones difíciles utilizando estrategias de aceptación y atención plena.
- Desarrollar habilidades para enfrentar y reducir la ansiedad.
Abordar estos aspectos permiten desarrollar fortaleza psicológica y resiliencia, facilitando el día a día a pesar de los desafíos y las adversidades.
Existen tratamientos especializados para la ansiedad
Aunque no es posible evitar la ansiedad, se puede aprender a gestionarla.
Mi labor como psicóloga es acompañar y enseñar estas estrategias para que los más jóvenes aprendan a hacerlo y no les limite en su vida diaria.
Soy psicóloga especializada en ansiedad, y orientadora educativa
A continuación, presento algunos principios y creencias adicionales que orientan mi enfoque terapéutico:
Considero que una terapia efectiva es la que promueve cambios en la vida diaria de la persona.
He comprobado que es posible lograr cambios importantes sin extender la terapia más de lo necesario, siempre priorizando la calidad y la efectividad.
En la medida de lo posible, fomento la participación activa en la terapia a través de tareas prácticas fuera de las sesiones, para sí aumentar la eficacia de la terapia.
En caso de considerarlo necesario, se llevan a cabo intervenciones familiares para fomentar los objetivos de la terapia.
Las sesiones tienen una duración de 1h.
En la medida de lo posible, fomento la participación activa en la terapia a través de tareas prácticas fuera de las sesiones, para sí aumentar la eficacia de la terapia.