Entiendo que si estás aquí es porque puede que estés viviendo momentos difíciles, con sentimientos de estancamiento o desesperanza.
Es posible que hayas atravesado circunstancias o períodos desafiantes y difíciles, o quizás has estado lidiando con el sufrimiento durante tanto tiempo que sientes que ya no puedes más.
A lo largo de mi experiencia como psicóloga, he podido comprobar que a menudo, nuestro sufrimiento se intensifica no solo por las circunstancias dolorosas en sí, sino por cómo interpretamos lo que nos pasa y por los hábitos negativos que desarrollamos en respuesta.
Por ejemplo, si evitas algo que te causa ansiedad, puede hacerte sentir un alivio momentáneo, pero a la larga, esto puede aumentar tu miedo y reducir tu habilidad para manejar situaciones futuras.
O en el caso de un duelo, las creencias pesimistas y desesperanza fomentarían la evitación de nuevas situaciones y experiencias, dificultando la asimilación de la pérdida y perpetuando estas creencias.
Aunque estos ejemplos indican solo algunos elementos que mantienen los problemas, estos suelen ser diversos y varían en complejidad.
Es fundamental entender cuáles son, para así poder alterar estos ciclos y promover un cambio positivo y duradero.
La evolución de la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), ha supuesto la integración de una variedad de técnicas y perspectivas que permiten crear tratamientos personalizados y efectivos.
Este enfoque holístico permite:
Abordar estos aspectos permiten desarrollar fortaleza psicológica y resiliencia, facilitando vivir una vida que merezca la pena a pesar de los desafíos y las adversidades.