La adolescencia es un periodo fundamental para el desarrollo de la autoestima.
La autoevaluación y el autoconcepto tiende a fluctuar más en esta etapa y las percepciones que tienen sobre su competencia en relaciones sociales, románticas o estudios influyen significativamente.
Además, vivimos en un contexto donde la comparación social es alta, y se da un excesiva importancia a la apariencia y a los logros, acentuada por las redes sociales.
Baja Autoestima solo en determinadas situaciones
Baja Autoestima en la mayoría de situaciones
Solo ciertas situaciones les generan inseguridades. Pueden disfrutar y tolerar muchas situaciones. Tienen algunas creencias positivas sobre ellos mismos
Experimentan constantes dudas sobre ellos mismos y se autocritican. Tiene un alto impacto en su vida diaria. Consideran sus creencias sobre ellos mismo/a como hechos.
Por otro lado, una baja autoestima está asociada con un aumento de los síntomas de ansiedad, depresión y problemas de atención, enfatizando la necesidad de intervenciones tempranas para fomentarla.
Existen técnicas y estrategias para trabajar la autoestima en esta etapa.
Una terapia integral que pone el foco tanto en el individuo, como en su contexto familiar, académico y social permite intervenir en los diversos factores que actúan entre sí y que impactan en la autoestima.
Estas son algunas de los puntos clave a trabajar en terapia con adolescentes con baja autoestima:
- Creencias sobre uno mismo/a y sus competencias (autoconcepto y autoimagen).
- Dinámicas y comunicación en las relaciones familiares y su impacto.
- Dinámicas en relaciones sociales, románticas y con otros iguales.
- Competencias percibidas en el ámbito académico.
- Identificación de valores, propósitos y objetivos significativos.
- Comprender cómo funciona la comparación social instintiva.
Abordar y apoyarles adecuadamente durante este período tiene efectos duraderos en su bienestar emocional y en su capacidad para enfrentar los desafíos futuros.
La autoestima es un músculo que se puede entrenar
Mi labor como psicóloga consiste en acompañarles y guiarles en este proceso de fortalecimiento, proporcionando las herramientas y estrategias necesarias para que puedan desarrollar y mantener una autoestima saludable.
Soy psicóloga sanitaria y orientadora educativa y les ayudo a fortalecer su autoestima.
A continuación, presento algunos principios y creencias adicionales que orientan mi enfoque terapéutico: A continuación, presento algunos principios y creencias adicionales que orientan mi enfoque terapéutico:
La autoestima no crece leyendo un libro, sino que cambia gracias a nuestras acciones diarias y relaciones.
He comprobado que una de las maneras más eficaces de aumentar la autoestima es priorizarnos sobre los demás y actuar en base a nuestros valores y objetivos.
Considero que los cambios implican molestia e incomodidad. La motivación y la voluntad de hacer cosas que pueden resultar incómodas en el corto plazo son grandes predictores del éxito a medio largo plazo.
En caso de considerarlo necesario, se llevan a cabo intervenciones familiares para fomentar los objetivos de la terapia.
Las sesiones tienen una duración de 1h.
En la medida de lo posible, fomento la participación activa en la terapia a través de tareas prácticas fuera de las sesiones, para sí aumentar la eficacia de la terapia.